miércoles, 2 de febrero de 2011

Cusco

Tras 23 interminables horas en el bus, (hubo un retraso de dos) llegamos a Cusco, cuyo significado es "el ombligo energético del mundo", ya que fue el lugar elegido por el imperio inca como capital y centro de operaciones. La ciudad es impresionante: rodeada de montañas andinas, las casas se amontonan por las faldas de las montañas. El centro de la ciudad es la emblemática plaza de armas, rodeada de iglesias y edificios de la época colonial, junto a murallas y calles adoquinadas que aún perviven de la época inca. Cusco es la ciudad permanentemente habitada más antigua del continente, situada a 3300 metros de altura, y es la capital arqueológica de América. Pese a que está repleta de turistas, la ciudad no pierde encanto, y simplemente pasear por sus calles es una delicia.

La primera noche nos alojamos en el mismo hostal que en Lima (lo reservamos desde allá), de la cadena de hostels Pirwa. Se ubica en la misma plaza de armas, con unas vistas preciosas, pero al caminar por la ciudad y preguntar en otros hostales encontramos mejores precios por los mismos servicios, y finalmente reservamos para el día siguiente en el hostal Apu Wasi (habitación doble con desayuno, baño privado, cocina, wifi, 50 soles=13 euros). Está situado a 10 minutos de la plaza de armas, en la calle Belén, la cual está siempre muy concurrida por la gente local, ya que hay muchísimos negocios. Los dueños del hostal son bastante agradables, pero si algún día volvemos nos quedaremos en el barrio de San Blas, con mucho encanto y es más tranquilo, con calles peatonales, y unas vistas de Cusco preciosas. La pena es que descubrimos el lugar tarde y ya no merecía la pena cambiarnos.

Cusco sorprende por la cantidad de policías que encuentras, lo que da bastante seguridad, y si no caminas sólo a altas horas de la madrugada, no hay ningún tipo de problemas. La ciudad obviamente vive del turismo, y hay infinidad de agencias donde gestionar todo tipo de tours para visitar los restos que rodean la ciudad, y por supuesto para visitar el lugar estrella de la zona: el Machu Picchu.
En principio podríamos pensar que los cusqueños viven bien gracias al turismo, pero enseguida encuentras a multitud de niños y ancianos vendiendo cualquier cosa por las calles. El problema es que la mayoría de hoteles importantes y las compañias de avión que vuelan a Cusco son extranjeras, especialmente chilenas, por lo que gran parte del dinero no se queda en tierras peruanas. Hablando con un guía local, nos decía que aportábamos más a la economía del país los mochileros que vamos a los lugares más económicos, ya que esos lugares si que los regentan peruanos.


Para comer y cenar hay muchísimas alternativas, puedes encontrar restaurantes carísimos para extranjeros, o la opción local, lugares donde sirven sopa y pollo por menos de un euro. En el medio está la opción que elegimos, restaurantes locales que ofrecen menús completos por menos de 3 euros, y que incluyen: un primer plato, donde puedes elegir varios tipos de sopas y cremas, un segundo en el que hay pollo, pasta, pizza y una bebida a elegir, té o limonada.




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