domingo, 27 de febrero de 2011

Machu Picchu

El gran día había llegado: la visita a una de las maravillas modernas del mundo. Nos levantamos muy temprano, ya que habíamos quedado a las 5 de la mañana para agarrar el bus que nos subiría hasta el yacimiento arqueológico. El bus es bastante caro, 8 dólares, pero es la única forma de asegurarse un hueco para subir al Huaynapicchu, ya que sólo los primeros 400 visitantes pueden obtener el pase. Tras desayunar en la cola, subimos al bus y en menos de una hora estábamos en la puerta del Machu Picchu. Nos dieron a elegir dos horarios para realizar el ascenso al Huaynapicchu, las 7 o las 10, y elegimos la segunda opción, ya que nuestro guía, Pavel, primero nos haría la visita guiada, y después se tenía que marchar temprno a Cusco.

Es impresionante ver lo bien conservado que está todo, la gran habilidad de los Incas para realizar construcciones antisísmicas, ya que lo único que falta en la gran mayoría del yacimiento son los techos, los cuales eran de paja y es obvio que no estén. Realmente es un alivio que los conquistadores nunca encontraran este centro de peregrinaje, ya que lo hubieran destrozado al igual que hicieron con cientos de lugares fascinantes. La capacidad de trabajar la piedra de los Incas es aún un misterio, al igual que la forma de transportarlas, ya que todas pesan varias toneladas, y de ahí que haya conjeturas surrealistas, dando el mérito a extraterrestres o a dioses.
 El día amaneció muy despejado, y realizamos la visita por todos los rincones con muy buen clima, y con buenas vistas. Después llegó el momento de subir al Huayna, y justo en ese momento empezó a diluviar: Subimos los 500 y pico metros casi verticales con un aguacero terrible, y al llegar a la cima no se veía nada, todo el Machu Picchu estaba cubierto de nubes... además estábamos empapados hasta los huesos, por lo que decidimos buscar un lugar para refugiarnos y comer. Por el descenso largo, que llevaba a la caverna del diablo, encontramos una cuevecita donde poder comernos los sandwiches que habíamos preparado la noche anterior. Hay que llevarse la comida y agua necesaria para todo el día, ya que en la puerta del Machu sólo hay un restaurante, y los precios son prohibitivos. Comimos en compañía de nuestros amigos franceses, y cuando terminamos descubrimos con satisfacción que había parado de llover, y que en la cima del Huayna no quedaba ni un turista, todos se habían bajado debido al horrible tiempo. Fuimos muy afortunados, ya que la nube se apartó por unos minutos y pudimos contemplar la ciudadela desde el punto más alto perfectamente. Fue un momento increíble, y el mismo guardia nos dijo que teníamos mucha suerte, que nadie lo había visto ese día despejado. 


Tras ese momento de euforia, comenzamos la bajada, con mucho cuidado ya que todo estaba muy resbaladizo, aunque está todo bastante bien acondicionado, con muchas cadenas para ayudarte. 
Tras realizar el control de acceso, (donde firmas cuando entras, librando de toda responsabilidad a la organización de lo que te pueda pasar en el Huayna) decidimos realizar el ascenso al otro punto emblemático de la ciudadela: la puerta del sol. El ascenso era de una hora, y teníamos que apresurarnos ya que se acercaba la hora del cierre, las cinco de la tarde. En la subida nos encontramos a nuestros compañeros argentinos, que bajaban muy contentos ya que habían presenciado el nacimiento de una llama. Cuando por fin llegamos al Intipunku, nos imaginamos lo que hubiera sido llegar hasta este punto caminando y observar todo el esplendor del Machu Picchu, ya que así era como realmente hubiéramos acabado la ruta de no ser por el derrumbe de parte del camino. Aún así estábamos contentos, ya que sólo de la segunda forma era posible subir al Huaynapicchu. En la cima tuvimos la segunda gran alegría del día: salió el sol!!! Las vistas eran espectaculares, y ver la ciudadela iluminada, no tiene precio. Dicen que allá llueve 300 días al año, por lo que es fácil encontrar un día nublado, así que hay que irse bien preparado para combatir la lluvia y aguantar todo el día, porque no sabes cuándo puede salir el sol y brindarte con una de las mejores vistas que perdurará en tu retina. 


Tuvimos que comenzar el descenso ya que eran casi las cinco, y el sol siguió brillando con fuerza, y al llegar abajo nos dimos cuenta de que apenas quedaba gente, y pudimos exprimir aún más nuestra visita, y saborear los momentos más bonitos del día, de ese momento son las fotos saltando y la que es fondo de nuestro blog. Fue un momento inolvidable.
Ya en la puerta, no perdimos la oportunidad de que nos sellaran el pasaporte con un bonito sello representativo, y comenzamos el descenso a Aguas Calientes. Tardamos más de una hora en realizarlo, ya con las piernas muy doloridas por el esfuerzo acumulado. Llegamos al pueblo con el tiempo justo para cambiarnos, cenar y agarrar el tren de regreso. El mismo está gestionado por los británicos, ya que Fujimori vendió los derechos a los mismos por 30 año sa cambio de una buena compensación económica. Eso hace que tengan el monopolio, y que se aprovechen con los precios, ya que es la única forma de llegar a Aguas Calientes (aparte de cogiendo varios buses y caminar un buen trecho). El trayecto que hicimos nosotros hasta Ollantaytambo, que son penas 28 kilómetros, cuesta más de 30 dólares, por dos horas de trayecto. Allí nos esperaba una furgoneta de Infocusco, que nos trasladó hasta Cusco (hora y media más). Al fin a las 11 de la noche estábamos en el hostal, con el cuerpo destrozado pero con una satisfacción inmensa, alucinados por recorrer un camino milenario, con unas vistas preciosas y lleno de restos arqueológicos fascinantes.
Recomendamos a todo el mundo realizar el camino inca, en principio parece caro, pero merece la pena, ya que la experiencia quedará marcada en tu mente para siempre, y eso no tiene precio.

ACTUALIZACION: Hemos encontrado este video en la web de Infocusco, la empresa con la que hicimos el camino Inca. El video es muy bueno, y es increible lo que hemos cambiado en 5 meses de viaje. 


                                            
  




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